Argentina y los Organismos Internacionales
La actual configuración del escenario mundial
presenta una multiplicidad de organismos internacionales en la mayoría de los
cuales Argentina tiene participación.
Definir los objetivos que nuestro país debe
procurar en cada uno de ellos es clave para que nuestra política exterior pueda
extraer el máximo de beneficios y realizar aportes constructivos para la paz y
el desarrollo económico, en especial de nuestra región.
A continuación se comentarán sugerencias para
algunos de ellos, especialmente regionales, dejando para un próximo artículo,
otros no menos importantes, como la Organización Mundial del Comercio – OMC -,
la FAO, la Organización Internacional de la Energía Atómica – OIEA – el Banco Europeo de Inversiones, el Banco
Asiático de Inversión en Infraestructura, etc.
Grupo de los 20 – G-20.
Sin duda para la Argentina el más importante de
todos ellos es el G-20. Este grupo de países, incluye a las siete economías más
desarrolladas y con mayor PBI del planeta, a la Unión Europea y a doce países emergentes de gran relevancia para la economía
mundial.
Participan en sus Cumbres anuales los Presidentes
o Primeros Ministros de los estados miembros. También hay reuniones de
Presidentes de Bancos Centrales, Ministros de Economía y Cancilleres.
Este es el principal foro mundial para la
discusión de las cuestiones económicas. No hay resoluciones jurídicamente
vinculantes para sus miembros, pero sus recomendaciones tienden a marcar
tendencias en las relaciones económicas internacionales.
El mero hecho de ser miembro, es esencial para la
Argentina.
Allí nuestro país debería aprovechar al máximo la
posibilidad de mostrar a los principales gobernantes del planeta, que la
Argentina pretende ser ¨el mejor país para vivir e invertir¨. Ello claro está, en la medida que nuestra
política económica e institucional se oriente a favor de la inversión, la
generación de riqueza con equitativa distribución de la misma y el apoyo al
crecimiento económico de todos los sectores productivos.
Asimismo las reuniones del G-20 brindan una
oportunidad inmejorable para el contacto personal entre los Jefes de Estado
para dialogar sobre nuestras políticas de cambio estructural que hagan de la
Argentina una economía internacionalmente competitiva en su conjunto y más allá
del sector agro-industrial.
Argentina tiene que lograr a partir de la
modificación de su realidad, que los miembros del G-20 la consideren un miembro
destacado y confiable, no sólo por el tamaño de su PBI sino por la calidad de
sus instituciones económicas y políticas.
Finalmente también considero que el G-20 es el
organismo internacional más importante para la Argentina, porque la inserción
económica internacional de nuestro país, es el principal tema de nuestra
política exterior.
Organización de las Naciones Unidas – ONU –
La ONU es el organismo donde todos los países son
miembros y participan en la Asamblea General. Mediante el Consejo de Seguridad
se toman decisiones que hacen a la paz y la seguridad internacional que tienen
carácter obligatorio para sus miembros.
En este sentido, la ONU es el principal organismo
internacional. Pero en este particular momento de la coyuntura mundial, creo
que para las necesidades de la Argentina merece destacarse prioritariamente el
G-20. Es por eso que lo consideré el más importante a los efectos de nuestro
país.
Para Argentina la ONU es relevante por múltiples
motivos, pero hay uno que sobresale: la cuestión Malvinas. Fue la Asamblea
General de la ONU que aprobó la Resolución 2065 donde se reconoce la existencia
de una disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido, en el marco de
la Resolución 1514 cuyo propósito es poner fin al colonialismo, e invita a
ambos gobiernos a negociar sin demora al respecto, teniendo en cuenta los
intereses de los habitantes de las islas.
Este año 2015 se cumplen 50 años de la misma. Posteriormente
se aprobaron las Resoluciones 3160 y 31/49 de la Asamblea General, también
relevantes para esta cuestión.
La ONU siempre será el foro clave para la cuestión de las Malvinas y por ello debemos
mantener la presencia activa en todos los ámbitos de la organización, en
especial en los trabajos del Comité de Descolonización.
Varios órganos de la ONU son importantes para
nuestro país. Uno que merece destacarse son
las Fuerzas de Paz de la ONU, más conocidas como ¨Cascos Azules¨. Nuestro país
debe participar en los Cascos Azules con su Ejército, porque ello subraya la
tradicional política argentina de búsqueda y preservación de la paz en todos
los escenarios internacionales. Asimismo
brinda a los integrantes de nuestro Ejército la posibilidad de estar en
contacto con las últimas tecnologías en el campo de la defensa así como con las
metodologías más aptas para evitar conflictos armados en diversos lugares del
planeta. Esta participación tiene también un costado humanitario de primera
magnitud, en especial para preservar la vida en zonas de conflicto y proteger a
las poblaciones desplazadas, casi siempre transformadas en refugiados.
Organización de los Estados Americanos – OEA –
La OEA es el único organismo que agrupa a todos
los países del continente americano. Cuba fue excluida en 1962 en razón de su
régimen totalitario castrista, incompatible con los propósitos y principios de
la OEA. En 2009 se dejó sin efecto la resolución de 1962 y se le abrió la
puerta a su readmisión, invitando a Cuba a iniciar el proceso de diálogo para
el regreso a la organización de conformidad con los principios y propósitos de
la OEA.
La OEA es también la más antigua organización
internacional del continente.
Es muy importante que Argentina vuelva darle a la
OEA la importancia que tiene. Es el ámbito más importante para la negociación
de múltiples asuntos políticos y económicos que son trascendentes para el
continente americano.
Es en la OEA donde se pueden procurar acuerdos que
involucren a todo el ámbito interamericano. Argentina debería impulsar la
revitalización de la OEA y no su ¨vaciamiento¨.
A comenzar por la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos – CIDH - . Es
lamentable que un organismo que fue y continúa siendo un baluarte en la defensa
de los Derechos Humanos en el continente y que salvó cientos de vidas de las
mazmorras de varias dictaduras, esté hoy luchando por su supervivencia
económica.
Los propósitos y principios de la OEA están en
línea con nuestra Constitución. Debemos trabajar para que se transformen en
realidades a lo largo y ancho de nuestro continente.
¨Olvidarnos¨ de la OEA es la peor y más insensata
política interamericana que podemos tener. Pretender que Estados Unidos y
Canadá están fuera del continente es tan irreal como inconducente.
Es precisamente en la OEA, donde participan
Estados Unidos y Canadá, que debemos plantear temas hace tiempo relegados en
dicho foro, a pesar de estar incluidos en los propósitos y principios de la
organización.
El crecimiento económico con equidad en la región,
las políticas sociales, las migraciones, la libertad y la democracia, los
derechos humanos, son todos temas demasiado actuales y relevantes para que no
tengan tratamiento prioritario en la OEA.
En especial hay que fortalecer el Consejo
Interamericano para el Desarrollo Integral – CIDI - creado en 1996 por el Tratado de Managua.
Argentina debería ser entusiasta impulsor de esta agenda temática.
Los temas del desarrollo económico integral de los
Estados miembros deben tener un tratamiento totalmente renovado en la OEA. Se
necesita un cambio de fondo en esta cuestión y el fortalecimiento del CIDI es
clave.
Unión de Naciones Sudamericanas – UNASUR –
Argentina debe continuar participando activamente
de la UNASUR como lo ha hecho desde sus comienzos.
América del Sur tiene sin duda una individualidad
geopolítica que da sustento real a la conformación de la UNASUR. En
consecuencia, UNASUR debería priorizar la integración física y energética del
territorio sudamericano.
Paralelamente UNASUR debería brindar el marco
adecuado para el acercamiento de los dos proyectos de integración de esta
región, Mercosur y Alianza del Pacífico, comenzando como ya se dijo por la
integración física de nuestros países. Ambos proyectos deberán ir buscando las
convergencias posibles, respetando las estructuras productivas de cada uno de
sus integrantes y las posibilidades y limitantes que éstas implican.
UNASUR debería procurar asimismo la mayor
aproximación práctica con la ALADI, que puede brindar las herramientas técnicas
necesarias para este acercamiento de los procesos de integración en curso.
Los temas políticos, sociales, educativos y
culturales también deben ser atendidos por la UNASUR para aprovechar al máximo
la diversidad y las peculiaridades de cada rincón de nuestra América del Sur.
En un nivel similar de importancia a la
integración física y energética, la UNASUR debe propender al mayor cuidado y
protección del medio ambiente habida cuenta que América del Sur cuenta con el
Amazonas, el Acuífero Guaraní, los Hielos Continentales y la Antártida, cuya
preservación es clave para el equilibrio ecológico y ambiental de nuestra
región y de gran impacto también para el resto del mundo.
Esta concentración de los esfuerzos de la UNASUR
en la integración física, energética y de preservación del medio ambiente en
forma prioritaria, contribuirá decisivamente a que este organismo regional sea
de verdadera utilidad para nuestros
países y sus habitantes.
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños – CELAC -
La CELAC es considerada como la sucesora del Grupo
de Río y la Cumbre de América Latina y el Caribe – CALC -, siendo sus miembros
los 33 países de América Latina y el Caribe.
Es una
buena idea que los países latinoamericanos y caribeños tengan su propia
organización. Es más, son positivos los diferentes ámbitos de diálogo y
cooperación regional porque seguramente podrán extraerse mayores resultados, en
especial para los países con más necesidades socio-económicas de la región o de
menor desarrollo relativo.
La CELAC debería ser un foro latinoamericano y
caribeño que aborde con carácter preferencial cuestiones propias de ambas
subregiones. Los países miembros deberían tratar de dar mucha especificidad a
los temas propuestos, de manera que la CELAC se transforme en una herramienta
útil para la solución de cuestiones subregio-
nales, además de ser un ámbito de concertación
política y expresión de las preocupaciones de la región.
Asociación Latinoamericana de Integración – ALADI
–
La ALADI, fundada en 1980 por el Tratado de
Montevideo, es la sucesora de la antigua ALALC creada en 1960 poco después de
los iniciales acuerdos de integración que dieron origen a la Europa
comunitaria.
Es un organismo internacional de la mayor
relevancia para la promoción del comercio entre los países de América Latina.
La ALADI, a través de sus Acuerdos de Alcance Parcial,
así denominados pues participan sólo algunos de sus países miembros, ha logrado
dar impulso a la baja de las barreras comerciales de los países de la región.
Estos Acuerdos de Alcance Parcial constituyeron el gran salto cualitativo en
relación a la ALALC, pues al flexibilizar la membrecía de los mismos, permitió
que se avanzara por grupos de países dentro de la región o incluso en forma
bilateral.
A su amparo se creó el Mercosur, pues la ALADI al ser un Acuerdo Regional
notificado a la Organización Mundial del Comercio – OMC – bajo la llamada
¨cláusula de habilitación¨, se inscribe dentro de la excepción prevista por el GATT,
que permite no extender la cláusula de la nación más favorecida a terceros
países fuera del acuerdo regional.
La Argentina tiene Acuerdos de Alcance Parcial de
gran importancia con los países miembros de la ALADI más allá del Mercosur.
Este es un camino flexible y pragmático, que permite
extender los acuerdos de libre comercio país por país y sector por sector
dentro de las medidas de las posibilidades de los países miembros y sus
sectores productivos.
Argentina debe utilizar al máximo esta herramienta
que ofrece la ALADI para ampliar los acuerdos comerciales con todos los países
miembros. Es en el marco de la ALADI que Argentina puede explorar la
profundización y/o ampliación de los acuerdos que ya tiene con los países de la
Alianza del Pacífico. Debemos tener en cuenta que para Argentina es más
compleja esta negociación, pues tiene una base industrial importante de la cual
estos países carecen, a excepción de México que tiene una industria
internacionalmente competitiva en muchos sectores.
La Secretaría General de la ALADI siempre se ha
destacado por brindar un sólido apoyo técnico a las negociaciones de los
Estados Parte, facilitando de esta forma el avance hacia la conformación de los
Acuerdos de Alcance Parcial.
Además de los citados, hay múltiples acuerdos que
vinculan a nuestros países en temas agropecuarios, de obstáculos técnicos al
comercio, cooperación en ciencia y tecnología, etc.
En resumen, es muy conveniente para Argentina y
para la región una revitalización de la ALADI, que redundará en una ampliación
del comercio y las inversiones interregionales.
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico – OCDE –
Para Argentina, poder ingresar a la OCDE sería una
¨certificación” de la calidad de nuestras instituciones y políticas económicas,
emitida por las economías más desarrolladas del planeta.
Vista nuestra historia de marchas y contramarchas
a lo largo de décadas, ello indicaría que hemos concretado las mudanzas
económicas que nos hacen elegibles y que sin duda son necesarias para proyectar
un futuro de crecimiento económico sustentable y equitativo para nuestro país.
Hoy parece difícil, pero cualquiera que sea el
próximo gobierno, éste es un camino a recorrer, indispensable para mejorar
nuestra consideración ante las principales economías e inversores internacionales.
La presencia de Chile y México entre sus miembros
es una clara muestra de la conveniencia de ser miembros.
Si
Argentina quiere presentarse al mundo como el ¨mejor país para vivir e
invertir¨, es más que conveniente ser miembro de la OCDE.
MERCOSUR
La cuestión del Mercosur y la participación de
Argentina en el mismo merece un tratamiento específico, más amplio y profundo,
que el análisis que en este artículo se hace de las políticas de nuestro país
hacia los principales Organismos Internacionales.
No obstante merece destacarse que el Mercosur
debería ser el espacio económico donde, en acuerdo con los socios regionales,
se desarrollen las cadenas productivas e industriales que permitan que nuestras
empresas sean internacionalmente competitivas.
Por supuesto que el crecimiento del comercio al interior
de la región es clave y más aún en la medida que sea principalmente ¨creación
de comercio” no ¨desvío de comercio¨.
Asimismo dicho crecimiento del comercio intra-Mercosur
debería servir para apalancar el desarrollo de cadenas productivas regionales
internacionalmente competitivas. En algunos casos, esto facilitará también que
nuestras empresas sean parte de cadenas globales productivas.
Hasta el momento, el escaso desarrollo de cadenas
productivas regionales, constituye la principal asignatura pendiente del
Mercosur.
Fondo Monetario Internacional – FMI –
Argentina debe volver al Fondo Monetario
Internacional. Comenzando por el cumplimiento del Artículo IV referido al
intercambio de información sobre la economía del país.
Sin duda debemos aceptar que el FMI conozca
nuestros verdaderos números, para dejar de ser uno de los pocos países del
mundo que no lo permite.
Con un INDEC normalizado debemos dar vuelta esta
página y transparentar todas las cifras de nuestra economía. Primordialmente
porque las necesitamos nosotros para saber exactamente dónde estamos ¨parados¨.
Asimismo Argentina debería analizar la posibilidad
de pedir un préstamo al inicio del nuevo Gobierno para fortalecer las reservas
del Banco Central. De esta manera se facilitaría que el financiamiento privado se
dirija a financiar inversión productiva e infraestructura exclusivamente.
Los préstamos del FMI comparativamente no son caros en términos de
tasa y plazo y seguramente nuestro país tendrá la capacidad de negociar las
famosas ¨condicionalidades¨ preservando nuestros legítimos intereses.
Banco Mundial – BM – Banco Interamericano de Desarrollo – BID –
Con respecto a estos bancos, Argentina debería
extremarlos esfuerzos para conseguir el mayor financiamiento posible para obras
de infraestructura priorizando las cloacas y el agua potable, sin olvidar otras
áreas como rutas, puertos, ferrocarriles y energía.
Argentina tiene un bajo endeudamiento externo.
Recurrir a estos organismos multilaterales de crédito, a los que se podrían
sumar la Corporación Andina de Fomento, la Corporación Financiera Internacional
del BM y la Corporación Interamericana de Inversiones del BID, para ayudar a financiar
un plan masivo de inversión en infraestructura, sería fundamental para poner la
economía del país en marcha.
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados – ACNUR –
Además de innumerables razones actuales, nuestra
historia nos obliga a tener una fuerte presencia en las tareas que lleva
adelante el ACNUR, ya que no podemos olvidar que los argentinos somos nietos y
biznietos de inmigrantes.
Es conocida la dimensión extraordinaria que el
problema de los migrantes y refugiados tiene a nivel mundial y en nuestro
continente americano.
Está claro que en el caso argentino actual, la
amplia mayoría de los inmigrantes provienen de los países fronterizos y no son
refugiados.
Argentina, así como ha llevado a cabo una generosa
política para los inmigrantes de la región, que podría decirse es única en
América del Sur, debería también presentar sugerencias para que la región en su
conjunto adopte iniciativas para los refugiados y migrantes de otras latitudes.
Incorporar inmigrantes en cantidades importantes
no es una tarea sencilla ni tampoco debe hacerse de forma súbita. Debe ser una
tarea progresiva y programada. En
nuestros días, a los desafíos sociales, educativos y culturales que la
incorporación de inmigrantes conlleva, se suma el problema de
la seguridad, por causa de la creciente amenaza del terrorismo, especialmente
en el caso de refugiados de otras latitudes.
A pesar de dichas dificultades, la inmigración
tiene múltiples facetas positivas para el país que abre sus puertas y para su
economía, además de constituir una causa humanitaria ante la que no podemos ser
indiferentes.
Por otra parte, Argentina debería ofrecer al ACNUR
un programa especial para refugiados, en especial de aquellas nacionalidades
que ya en otras épocas han emigrado a nuestro país y tienen comunidades
afincadas de larga data y totalmente asimiladas, que son parte del
multifacético ¨ser argentino¨.
Un programa de estas características no es fácil
en sí mismo. Incluso las dificultades son mayores, porque también hay que tener en cuenta que son
demasiados los argentinos en condición de indigencia. De todas maneras, debemos ofrecer como país y
si es posible regionalmente, dicho programa para refugiados
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