Apuntes sobre los primeros años del Mercosur 1991-2007
18.- Las crisis y el MERCOSUR
El MERCOSUR coexistió desde sus
comienzos con fuertes crisis en los países miembros, especialmente en la
Argentina, y con profundas modificaciones de política económica, también
principalmente en la Argentina. Sin embargo, logró sobrevivir a todas
ellas y mostró que su principal fortaleza ha radicado en su flexibilidad para
adaptarse a los escenarios cambiantes; flexibilidad que básicamente ha sido
dada por el pragmatismo de los Estados Parte para encarar los problemas y para
adoptar decisiones en el Consejo que han tenido en cuenta las urgencias
coyunturales de sus socios.
De todas maneras, es recomendable
que los socios vuelvan a analizar el estado de funcionamiento del MERCOSUR,
porque a todas luces el mismo necesita algo más que una “puesta a punto”.
19.- Crecimiento de la Argentina
El fuerte crecimiento económico
de la Argentina 2002-2007, renovó la viabilidad del MERCOSUR. No es casual
que el año 2006 marcara el récord histórico de intercambios entre Argentina y
Brasil de la mano de una fuerte recuperación del nivel de actividad
argentino y que en el mismo año se alcanzara la mayor participación de
manufacturas de origen industrial en las exportaciones argentinas a Brasil
hasta dicha fecha.
Habría que analizar detenidamente
las causas del déficit comercial argentino con Brasil, pero la fuerte caída del
petróleo en nuestras exportaciones, el problema estructural creado en el sector
automotriz por los incentivos brasileños y el mayor nivel de
crecimiento de la economía argentina, probablemente estén entre los principales
factores que explican dicho déficit hasta fines del año 2006.
20.- Parlamento del MERCOSUR.
Los Presidentes Kirchner y Lula
dieron el impulso decisivo para la constitución del Parlamento del MERCOSUR que
fue aprobado el 9 de diciembre de 2005.
Esta institución está llamada a
tener un papel muy importante en el proceso de integración, pues será el gran
vehículo de la sociedad civil y de la población en general para expresarse a
través de sus representantes y si bien no legislará estrictamente, tendrá un
peso importante en la creación de las normas a través de su interacción con el
Consejo del MERCOSUR. El Parlamento del MERCOSUR culminó así su evolución
institucional, iniciada en el Tratado de Asunción y continuada en el Protocolo
de Ouro Preto.
En la primera etapa de la
transición se prevé que el Parlamento esté integrado por dieciocho
parlamentarios por cada Estado Parte. Es de esperar que se mantenga una
representación que aunque no exactamente igualitaria por país, tienda a
aproximarse a este concepto, pues constituye la base de todo el edificio
del MERCOSUR consagrada en el consenso, con la participación de todos los
Estados Parte, como método para la toma de decisiones.
21.- Constitución y Jerarquía de
las Normas.
Una de las principales
asignaturas pendientes del MERCOSUR es la referida a las Constituciones de los
países miembros y la jerarquía de las normas. En Argentina, después de la
última modificación de la Constitución y en Paraguay también en su
Constitución, los Tratados están por encima de las leyes. En Brasil, por
vía constitucional y en Uruguay por la jurisprudencia, los tratados tienen
igual jerarquía que las leyes.
Esta diferencia clave debilita el
edificio jurídico del MERCOSUR, menoscabando especialmente la capacidad de los
países menores, pues ante normas laxas o poco claras, es indudable que las
diferencias de tamaño geo-económico se potencian, haciendo más difícil llevar
adelante un proceso de integración equilibrado en la distribución de sus
beneficios.
Sería muy deseable, que en un
plazo prudente, todos los Estados Parte sigan la misma escalera
jerárquica, a saber Constitución-Tratados-Leyes.
22.- MERCOSUR política de
Estado.
El MERCOSUR es sin duda una de
las pocas políticas de Estado con que cuenta a la fecha (julio 2007) la República
Argentina, construido sobre los cimientos de la alianza estratégica
Argentina-Brasil y ha contado con un significativo apoyo de la opinión pública
a lo largo de su historia, según lo han consignado diversas encuestas
efectuadas hasta el momento.
Es sin duda un proyecto
perfectible y que ha cumplido sólo una parte de sus objetivos; ello no lo
desmerece, pues no podría el MERCOSUR ser o funcionar mejor que los
países que lo componen. Antes bien, nos convoca a todos a trabajar para
asegurar que los beneficios de la integración se distribuyan equitativamente
entre los países miembros, aumentando la productividad de nuestras economías,
mejorando su competitividad internacional y contribuyendo a construir
sociedades libres y democráticas, con crecimiento económico y justicia social.
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