Apuntes sobre los primeros años del Mercosur 1991-2007


Los Motivos 

2.- Argentina y Brasil: los motivos

La superación de las hipótesis de conflicto fueron el preámbulo indispensable para que ambos países, con el impulso de los Presidentes Alfonsín y Sarney, comenzaran a transitar el camino de la integración. En este sentido puede decirse que los animaban idénticos motivos para iniciar el proceso de integración.

Dicho proceso de integración haría imposible o dificultaría al extremo cualquier intento de retorno a aquellas hipótesis de conflicto, pues la interrelación procurada habría de ser tan densa y profunda que cualquier idea de enfrentamiento quedaría en el pasado cada vez más lejano. En este aspecto sin duda, había igualdad de motivos y la importancia de los mismos era de similar magnitud para ambos países.

La ampliación del mercado, era en líneas generales otro motivo y objetivo compartido. A priori, parecía que Brasil ofrecía más que la Argentina por el tamaño de su mercado interno. Sin embargo, muchos años habrían de registrar importantes superávits comerciales brasileños, por lo cual en la práctica, el tamaño del  mercado argentino para Brasil era mayor de lo que se suponía.


También hay, en este concepto de ampliación de mercado, un elemento cualitativo para ambos países. El crecimiento de las exportaciones de MOI de Argentina hacia Brasil, daba al mercado brasileño un carácter especial para la industria argentina, que colocaba una proporción mucho menor de MOI en el resto del mundo. Sin Mercosur, difícilmente esas exportaciones de nuestro país hubieran tenido destino alguno. Por su parte, las exportaciones brasileñas hacia argentina eran por amplia mayoría MOI y como se dijo antes, muchas veces con balanza superavitaria, con alta participación de las autopartes. Es decir que el mercado argentino también era de importancia para Brasil, si bien porcentualmente no tanto como el brasileño para nosotros, en relación al total del comercio exterior del Brasil.  En este tema podemos decir entonces, que al incorporar los citados aspectos cualitativos al concepto de ampliación de mercado, los motivos de ambos países para apoyar el proceso de integración eran relativamente similares y equilibrados.
Hay dos áreas, sin embargo, donde los motivos, no son tan simétricos o coincidentes: la integración intra-industrial y el valor político del MERCOSUR.

Para Argentina, la integración intra-industrial y la posibilidad de desarrollar cadenas de valor con Brasil que pudieran competir internacionalmente, era clave. Salvo excepciones, no era fácil para las empresas argentinas alcanzar por sí solas dimensión y competitividad para tener presencia en el mercado global. Brasil, desde el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso, desarrolló una política activa de impulsar la internacionalización de sus grandes empresas, con el apoyo del BNDES y el Banco do Brasil. El Mercosur, en la visión argentina, era el ámbito que permitiría a nuestras empresas adquirir la escala y competitividad, para ser “jugadores globales”. La realidad mostró, sin embargo, muchos ejemplos de compra de empresas argentinas por parte de sus pares brasileñas, pero pocos de verdadera integración intra-industrial (excepción hecha de la industria automotriz).

 Sin duda que la existencia del BNDES fue una ventaja que aún hoy Brasil posee y que en este aspecto cobra mayor significación. No se comprende por qué Argentina no tiene un Banco similar que financie la inversión de las empresas nacionales a mediano y largo plazo.No sirve como explicación el fantasma del Banco Nacional de Desarrollo (BNADE) pues es muy antiguo y en todo caso,es el ejemplo de lo que no debe hacerse.  Es muy difícil para un país de la envergadura del nuestro, desarrollar un empresariado nacional que sea internacionalmente competitivo, sin un banco esta tal que financie la inversión industrial y productiva de mediano y largo plazo.

Puede haber habido errores nuestros en las  negociaciones, o tal vez no supimos aprovechar los acuerdos sectoriales previstos en el Tratado de Asunción, pero todo indica que la realidad de los sectores industriales de ambos países y lo mencionado anteriormente, eran de hecho una dificultad muy difícil de remontar para concretar la integración intra-industrial.

Para la Argentina, esta falencia en la integración intra-industrial es seguramente el mayor fracaso del MERCOSUR.

El valor político del MERCOSUR se refiere básicamente, al objetivo de Brasil de asegurarse el apoyo argentino para su proyección internacional. Esto no quiere decir que el Mercosur no tuviese valor político para Argentina, sino que en el caso brasileño, tenía una significación mayor y muy especial. En este sentido, Mercosur sería mucho más que Brasil, a pesar del peso innegable que por sí solo tiene el mayor país de Sudamérica. Brasil, daba mucha importancia al hecho de contar con un aliado estratégico que lo acompañe en su proyección internacional, y ese aliado no podía ser otro que Argentina.

Argentina acompañó relativamente a Brasil en este aspecto. Al menos desde la perspectiva brasileña, no los acompañamos como ellos esperaban.

Nuestra  frustración con la debilidad de la integración intra-industrial en el MERCOSUR, encuentra su correlato para los brasileños,  en lo que ellos evalúan como un déficit de sintonía por parte de Argentina para acompañarlos en su proyección internacional.Ambas cuestiones de capital importancia para analizar y profundizar,  en un diálogo franco de las más altas autoridades de ambos países.





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